Hace poco te enseñamos cómo atraer a tus fans de Facebook hacia tu página web. Con eso lograste tener un flujo constante de gente interesada en tus productos o servicios y también has optimizado la difusión de tu información. Ahora, el siguiente paso para aprovechar esta red social es convertir a esos visitantes en prospectos de ventas y, luego, en clientes.
Para hacerlo, te proponemos estos 3 pasos:
1. Perfecciona la calificación de prospectos: Si seguiste nuestros consejos para llevar a tu fans hacia tu página web de seguro tienes mucha gente entrando a tu página y descargando tus ofertas. Ahora es el momento de convertirlos en clientes. Para eso, debes analizar y utilizar los datos que has obtenido con tus formularios para poder perfeccionar tu calificación de prospectos.
Esto significa que debes saber qué es lo que tu público quiere y así guiarte para generar contenido más efectivo y entregarlo de la forma más eficiente. Lo más importante es determinar rápida y efectivamente las características fundamentales de tu público para saber cómo llegar a él. Solo si la gente encuentra lo que está buscando podrá avanzar más rápido en el proceso de ventas.
2. Flujos de trabajo automatizados: Una parte importante del proceso de ventas es el seguimiento que se hace a cada prospecto antes y después de convertirse en cliente. Por eso es importante que crees flujos de trabajo que envíen correos automatizados cuando alguien llene un formulario o cuando un prospecto sea agregado a una lista de envío específica. Por ejemplo, podrías agradecer a quienes descarguen una de tus ofertas y, luego de unos días, reiterar tu contacto con un CTA que lleve a material complementario sobre el tema que les interesa.
Al personalizar tus flujos de trabajo, tendrás que segmentar a cada persona en grupos diferentes dependiendo de sus características, intereses y estado en el proceso de ventas. Así crearás un sistema de seguimiento más enfocado que si estuvieras tratando a todos tus prospectos de Facebook de una sola forma. Por ejemplo, puedes crear diferentes flujos de trabajo para prospectos que llegaron por diferentes ofertas. Luego, haz un seguimiento diferente para cada grupo, enviándoles información relevante y dirigida a ellos.
3. Estudia tus analíticas: Hasta ahora has invertido mucho tiempo en tu estrategia de Facebook. Has creado contenido interesante, has hecho CTAs atractivos y landing pages efectivas. También has segmentado a tu público y ya tienes algunos prospectos de venta. Es hora de asegurarte de que todo este trabajo está generando nuevos clientes.
Tu sitio web debería tener instalada una herramienta que mida sus analíticas para poder cuantificar tus resultados fácilmente. Una de las herramientas más usadas y fáciles de usar es Google Analytics. Con la información de tu herramienta podrás ver que CTAs y landing pages son más efectivos y cuáles no están rindiendo los resultados esperados. Igualmente podrás saber que posts y ofertas resultan más atractivas para tu público y así mejorar aquellas que no reciben mucho tráfico.
Al estar al día con el desempeño de tu página puedes rastrear cada acción que un fan de Facebook toma y cuántos están volviéndose prospectos o clientes. Así tendrás datos reales sobre la efectividad de tus esfuerzos en la red social y de entender como tu presencia en Facebook está contribuyendo a conseguir nuevos clientes.
Si sigues estos pasos lograrás tener prospectos muy trabajados y listos para convertirse en clientes. De aquí en adelante es cuestión de asegurarte de que los prospectos de que envías al departamento de ventas se conviertan en clientes. ¿Cómo lograr eso? No es tan difícil como crees, pero ese tema será cubierto en nuestro siguiente post.
